Será un año de cambios para el Fútbol Infantil de la Rosarina. Y de seguro serán cambios positivos. Al principio, como a menudo ocurre con los cambios, puede que haya resistencia de parte de algunos, pero a la larga los padres deberán comprender que lo más importante de esta actividad, es que el niño goce en la cancha. Una vez que todos entiendan que la mejor forma de aprender una técnica o un deporte, es disfrutándolo. Practicándolo con tranquilidad. Sin el agobio que significa la derrota. Sin la tensión que implica tener que ganar en todo partido. En ese momento notarán que los cambios de esta Temporada 2013 que comienza, no sólo serán positivos, sino que serán históricos, y posiblemente marquen el rumbo de otras Ligas y Asociaciones de la ciudad y el país.

¿De qué hablamos? Pues de los dos cambios sustanciales que se implementarán a partir de este año. Por un lado, la quita de puntos y tablas de posiciones en las tres categorías más pequeñas, y por el otro, la instauración del “cambio obligatorio” en las seis categorías. Ambas modificaciones fueron medidas tomadas tras un largo debate realizado en el Consejo Auxiliar de Fútbol Infantil, y procuran hacer de los torneos de “baby”, un ámbito de disfrute, y no de tensiones o situaciones enojosas, que para nada son compatibles con los protagonistas de estos torneos: los niños.

En síntesis, se busca que los partidos de las tres categorías menores sean meramente “recreativos” y “promocionales”. Que en ellos, los chicos de entre 5 y 8 años aprendan a jugar. Que reciban la capacitación de sus entrenadores, sin que tengan éstos últimos la abrumadora obligación de ganar. Que puedan cometer errores sin por eso sentirse culpables de una derrota. Que estas equivocaciones les sirvan como aprendizaje. Porque al fin y al cabo un trofeo más o un trofeo menos para un club, de categoría 2006 por ejemplo, no hace ni más ni menos rica su historia. La verdadera grandeza de las instituciones está en la función social importantísima que cumplen, siendo el espacio de contención y encuentro elegido por miles de jóvenes y niños.

En cuanto al cambio obligatorio, la medida apunta a lo mismo. A que los técnicos integren al jugador que tal vez tiene menos cualidades innatas, y esta integración le permita a ese niño mejorar sus virtudes, y acortar la brecha con aquellos que poseen más habilidades. Sin mencionar los daños psicológicos que provocan en un pequeño, cuando luego de haber ido toda la semana a practicar, esperar ansioso el día del partido, concurrir ilusionado a la cancha, deben ver correr media hora a sus compañeros, sin poder ingresar siquiera un minuto. Esta práctica, dañina sin dudas, y tan usada, no se verá más en las canchas de Rosarina.

En lo estrictamente deportivo hay que decir que serán nuevamente 64 líneas las que estén en competencia. Y como siempre aclaramos que las llamamos “líneas” y no “clubes” porque hay entidades que poseen más de una línea (Newell's por ejemplo tiene cinco). Lo que también conviene aclarar es que se puso como “tope máximo” de participantes ese número (64), por la justeza con las que esas 31 fechas se ajustan al año deportivo. Ya que de haberlo deseado se podría haber armado un torneo mucho mayor, pues fueron varias las instituciones que querían sumar otra línea.

Estas 64 líneas estarán divididas en dos zonas, la Zona Azul y la Zona Blanca, tal como viene sucediendo desde el 2011. Los 32 equipos de cada una, se medirán todos contra todos, a una rueda, y el que más puntos sume (en las tres categorías mayores) será el campeón de dicha zona. En esta temporada, el Comité Ejecutivo de Rosarina se reserva el derecho de disponer partidos finales entre los equipos que ocupen el primer puesto en cada zona, para determinar al campeón anual de la categoría.

Este martes se presentó el fixture en Rosarina, con la presencia de autoridades municipales (ver aparte), y en la reunión se aclaró que “los cambios obligatorios”, todos los disponibles, deberán realizarse a más tardar  en el entretiempo. Para acceder al detalle completo de esta reglamentación, que será confeccionada conjuntamente por el Consejo Auxiliar del Fútbol Infantil, la Presidencia de la ARF, y el Colegio de Árbitros de la Asociación, deberán dirigirse a los delegados de cada uno de los clubes, pues a ellos se les remitirá dicha documentación.